En verano disfrutamos más de nuestro tiempo libre y acostumbramos a realizar actividades no cotidianas que pueden conllevar riesgos, especialmente las que se realizan al aire libre

La llegada del verano viene acompañada de la celebración de diversas fiestas populares en Cataluña, como las verbenas de San Juan y de San Pedro. El fuego, los petardos y la torta de crema y piñones son elementos tradicionales para el disfrute de pequeños y grandes, pero conllevan algunos riesgos que hay que prevenir, tales como lesiones o intoxicaciones.

En verano solemos disponer de más tiempo libre. Disfrutar del sol, ir a la playa o en la piscina o hacer una excursión al campo son actividades agradables, pero conllevan riesgos que, si no se previenen, pueden llegar a tener consecuencias graves.

La llegada del buen tiempo favorece el baño en la playa o en la piscina. Aunque es una actividad saludable y divertida, puede conllevar algunos riesgos que hay que prevenir, como las lesiones por caídas o resbalones y los ahogamientos.

En verano se hace más vida al aire libre -en la playa o en el campo- y la ropa que utiliza deja gran parte del cuerpo al descubierto, lo que hace aumentar el riesgo de picaduras de insectos (mosquitos , abejas, tábanos, etc.) y otros artrópodos como las garrapatas.