Existen diferentes tipos de test de diagnóstico de COVID-19 en función de su objetivo. Podemos distinguir entre los test que nos informan sobre si existe infección en el momento de realizar la prueba (infección activa) y aquellos que nos informan de la respuesta inmune frente al virus.
En función del objetivo deseado se utilizará un tipo de test u otro, con unas especificaciones propias.
No debes olvidar que, sea cual sea el resultado del test, siempre existe la posibilidad de que el virus esté presente y podamos transmitirlo y contagiarnos, por lo que debes seguir las recomendaciones de salud pública respecto al uso de la mascarilla, la limpieza de manos y mantener la distancia social.
En todo caso, si sospechas de algún incidente grave con cualquiera de estos test, relacionado con algún fallo o problema durante su uso o incluso más tarde, y crees que puede haber tenido consecuencias graves en tu salud, notifícalo. Puedes hacerlo a través del portal NotificaPS.
Prueba PCR
La prueba PCR sirve para detectar la presencia del virus, es decir, una infección activa. La muestra se procesa en el laboratorio y puede tardar varias horas. Un resultado positivo significa que el virus está presente y probablemente existe una infección en curso. Sin embargo, no es capaz de detectar si ya se ha superado la enfermedad.
Test de antígeno
Las pruebas de antígenos sirven para detectar una infección activa, puesto que identifican la presencia de proteínas del virus. La muestra se procesa en el mismo lugar de su recogida y puede tardar pocos minutos. Un resultado positivo significa que el virus está presente y probablemente existe una infección en curso.
Se debe realizar durante los 7 primeros días desde la infección, cuando la carga viral está en su punto más álgido.
Además, igual que las pruebas PCR, no es capaz de detectar si ya se ha superado la enfermedad.
Test de antígeno para autodiagnóstico
Además de los de uso profesional, existen también test de autodiagnóstico de antígenos, destinados por el fabricante para ser utilizados por el público en general. Son de venta exclusiva en farmacias, por lo que no debes adquirirlos a través de otros canales.
Las pruebas de autodiagnóstico pueden ser de ayuda como complemento a otros métodos diagnósticos en el control de la pandemia de la COVID-19, al permitir detectar más casos y, por tanto, ofrecer más oportunidades de controlar la transmisión.
Estos test son evaluados por un organismo notificado. Se trata de un organismo independiente designado por las autoridades, que audita a los fabricantes de productos sanitarios, verifica que el diseño y la información son adecuados para que sea utilizado por no profesionales y que cumple con los requisitos esenciales. Si la evaluación es satisfactoria, emite un certificado CE.
Puedes identificar un test de autodiagnóstico porque tanto en el etiquetado como en las instrucciones de uso constará el organismo notificado que lo ha evaluado, con sus dígitos de identificación, junto al marcado CE.
Test de anticuerpos
Las pruebas serológicas o de anticuerpos detectan diferentes tipos de anticuerpos específicos frente al virus. Es decir, no detectan la presencia del virus, sino la respuesta inmunológica del individuo.
Estas pruebas detectan dos tipos de anticuerpos: IgM y/o IgG.
- IgM: inmunoglobulinas (anticuerpos) que aparecen en la fase temprana de la infección y desaparecen a las pocas semanas.
- IgG: inmunoglobulinas (anticuerpos) que aparecen en la fase tardía de la infección y permanecen largo tiempo, a veces años.
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